Para días Atrevidos:
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Sube la temperatura con «Alma de Seductor» — Adalberto Santiago. Busca esa indirecta (muy directa) lista para enviar →
Adalberto Santiago
Sus manos temblaban
Iba perdiendo el control mientras yo la miraba
Su cuerpo quemaba
Era incesante el calor, era un fuego interior
Hice su amor, todo su amor
Sus ojos me hablaban y me provocaba sentir su respiración
Mi mente volaba y me despertaba el alma de seductor
De pronto su pelo rozó con mis dedos, su pecho me recibió
Y abrazados en el silencio se entregó
Llovía el agua
Se convertía en vapor mientras yo la tocaba
La ropa sobraba
Era incesante el calor, era un fuego interior
Tuve su amor, todo su amor
Sus ojos me hablaban y me provocaba sentir su respiración
Mi mente volaba y me despertaba el alma de seductor
De pronto su pelo rozó con mis dedos, su pecho me recibió
Y abrazados en el silencio se entregó
Ella me despertaba el alma de seductor
Mientras yo la miraba, sus manos temblaban
Iba perdiendo el control
Ella me despertaba el alma de seductor
Sus ojos me hablaban
Y me provocaba sentir su respiración
Ella me despertaba el alma de seductor
De pronto su pelo rozó con mis dedos
Su pecho me recibió
Ella me despertaba el alma de seductor
Llovía el agua
Cada vaso juntaba, la ropa sobraba, era un fuego interior
Ella me despertaba el alma de seductor
La fiera que había en mí
Hizo su amor, todo su amor
Ella despertaba en mí el alma de seductor
Su cuerpo me incitaba, mi mente volaba
Impaciente de amor
Ella despertaba en mí el alma de seductor
Acechándola por doquiera
Como un ladrón
Ella despertaba en mí el alma de seductor
Era como un volcán
De fuego y de pasión
Ella despertaba en mí el alma de seductor
De verla el deseo refleja en mi mente
Y me envuelve la emoción
Ella despertaba en mí el alma de seductor
Cuando yo la vi
Me enamoré, se estremeció mi corazón
Ella despertaba en mí el alma de seductor
El deseo de poseerla despertaba en mí
El alma de seductor
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"Alma de Seductor" de Adalberto Santiago, enmarcada en el contexto de la salsa romántica de los años 70 y 80, explora la intensa atracción física y la pasión desenfrenada entre dos amantes. La letra, cargada de imágenes sensuales y descripciones explícitas del encuentro físico, refleja la cultura latina donde la pasión y el erotismo juegan un papel importante en la expresión del amor. El tema no se centra en el desarrollo narrativo de una relación, sino en la experiencia fugaz e intensa del deseo y el encuentro físico, donde el protagonista cede a la sensualidad despertada por la mujer. La repetición de la frase "Alma de seductor" enfatiza el poder de la atracción física y la entrega pasional, revelando un estilo artístico que se centra en la exaltación de los sentidos y la intensidad emocional, típico de la salsa romántica de su época. La canción no busca la complejidad emocional o narrativa; se enfoca en la pura y simple expresión del deseo y su satisfacción. El estilo de Adalberto Santiago en esta pieza destaca por su sensualidad vocal y la capacidad para transmitir la intensidad del momento erótico.
Sus manos temblaban Iba perdiendo el control mientras yo la miraba Su cuerpo quemaba Era incesante el calor, era un fuego interior Hice su amor, todo su amor Sus ojos me hablaban y me provocaba sentir su respiración Mi mente volaba y me despertaba el alma de seductor De pronto su pelo rozó con mis dedos, su pecho me recibió Y abrazados en el silencio se entregó Llovía el agua Se convertía en vapor mientras yo la tocaba La ropa sobraba Era incesante el calor, era un fuego interior Tuve su amor, todo su amor Sus ojos me hablaban y me provocaba sentir su respiración Mi mente volaba y me despertaba el alma de seductor De pronto su pelo rozó con mis dedos, su pecho me recibió Y abrazados en el silencio se entregó Ella me despertaba el alma de seductor Mientras yo la miraba, sus manos temblaban Iba perdiendo el control Ella me despertaba el alma de seductor Sus ojos me hablaban Y me provocaba sentir su respiración Ella me despertaba el alma de seductor De pronto su pelo rozó con mis dedos Su pecho me recibió Ella me despertaba el alma de seductor Llovía el agua Cada vaso juntaba, la ropa sobraba, era un fuego interior Ella me despertaba el alma de seductor La fiera que había en mí Hizo su amor, todo su amor Ella despertaba en mí el alma de seductor Su cuerpo me incitaba, mi mente volaba Impaciente de amor Ella despertaba en mí el alma de seductor Acechándola por doquiera Como un ladrón Ella despertaba en mí el alma de seductor Era como un volcán De fuego y de pasión Ella despertaba en mí el alma de seductor De verla el deseo refleja en mi mente Y me envuelve la emoción Ella despertaba en mí el alma de seductor Cuando yo la vi Me enamoré, se estremeció mi corazón Ella despertaba en mí el alma de seductor El deseo de poseerla despertaba en mí El alma de seductor
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